miércoles, 7 de abril de 2010

Un cuento, un corazón, un cerebro

Cada trazo y cada camino que terminamos recorriendo despide un eco de algo distinto
que se quedan grabados como serpientes en la arena, silenciosas y a su vez, van dejando huellas que permancen grabadas en cemento, grabadas en la memoria, sigilosas para aparecer en los momentos mas inesperados.

Un corazon... un cuento... un cerebro... una materia prima para crear algo nuevo que finalmente, despues de un cierto tiempo, sera abandonado, olvidado, sepultado abajo de los nuevos palacios que vienen y desbancan los suelos viejos que existian ahi antes que ellos, y estos a su vez desbancan a los demas, y formando olas y figuras que se vuelven muy dificiles de arreglar.

Algo mas que quisiera es encontrar los pasados que queremos componer... tanta pintura sobre la fachada desgastada impide y modifica la respiración del animal, esa bestia sagrada que cambia para siempre y muy rara vez, dormita.

Nada nos garantiza que tendremos lo que tenemos, nada nos garantiza una vida segura, tampoco sabremos si tendremos pensamentos que llevan a una espiritualidad iluminada, nada nos garantiza la paz.

Pienso que somos dueños de lo que ya logramos, nada nos garantiza que seguiremos siendo los mismos, pero siempre tendremos las huellas, esas huellas para recordarnos de donde y para que vinimos hasta aqui.

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